Por Jay-Z
Una gran canción no intenta ser nada, simplemente es.
Cuando escuchas una gran canción, puedes pensar en dónde estabas cuando la escuchaste por primera vez, los sonidos, los olores. Toma las emociones de un momento y las retiene durante años. Trasciende el tiempo. Una gran canción tiene todos los elementos clave: melodía, emoción, una declaración fuerte que se convierte en parte del léxico y una gran producción. Piensa en «Bohemian Rhapsody», de Queen. Esa canción lo tenía todo — melodías diferentes, ópera, R&B, rock-y exploraba todos esos géneros diferentes de una manera auténtica, donde se sentía natural.
Cuando escribo una canción que sé que va a funcionar, es una sensación de euforia. Es como debe sentirse un jugador de baloncesto cuando empieza a golpear cada tiro, cuando estás en esa zona. En cuanto empiezas, tienes esa sensación mágica, una sensación extra. Canciones como esa salen en cinco minutos; si trabajo en ellas más de, digamos, 20 minutos, probablemente no van a funcionar.
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